lunes, 7 de enero de 2013

El Puente de las Cadenas


Hoy os voy a hablar de uno de los símbolos más importantes de una ciudad que tengo guardadita en el fondo de  mi corazón...Budapest. Y de lo que os quiero hablar es del Puente de las Cadenas o de Széchenyi:

El Puente de las Cadenas es uno de los más famosos de la ciudad y el primero que unió Buda y Pest. Este puente fue inaugurado en 1849 y llegó a ser el símbolo de la ciudad, construido según los planes del ingeniero inglés, William Clark. En 1832, el conde István Szécheny formó la Asociación de los Puentes de Budapest. Fue la primera vez que una institución llevaba en su nombre la palabra Budapest, que resultó un pronóstico del futuro.

Cuentan que el conde unos años antes perdió a su padre por motivos de salud y al estar el río congelado no pudo cruzar al otro lado de la ciudad y no pudo despedirse de él. Decidió entonces construir este puente para unir ambos lados de la ciudad y que nadie pasase por el trance que tuvo que pasar él.

 Gracias al dinero del conde y los miembros de la asociación la construcción del puente empezó en 1840, tuvieron que dedicar ocho años a conocer bien el fondo del Danubio (fue la primera vez que los científicos usaron el batíscafo en Hungría), investigar la rentabilidad de las obras y encontrar un proyecto arquitectónico aceptable.

Las obras duraron 9 años, pero al acabarlas el nuevo puente, se convirtió en uno de los símbolos más importante de la ciudad. Una leyenda cuenta que el arquitecto que construyó el puente creía que este era tan perfecto que dijo que si alguien encontraba una imperfección se mataría, y un niño la encontró y dijó si os fijáis veréis que a la entrada del puente hay dos leones, pues ninguno de ellos tiene lengua. 

Otra leyenda se refiere a las cuatro estatuas de los leones de 1853 que guardan las entradas a la travesía del Puente de las Cadenas. Durante la ceremonia de la inauguración un zapatero joven Jakub Frick gritó, que las bestias esculpidas en la piedra no valían nada, porque no tenían las lenguas. Entonces la gente reunida empezó a reírse y el escultor de los leones, János Marschalko, se avergonzó tanto, que se echó del puente al río y se hundió en las aguas de Danubio. 

En realidad János Marschalko siendo ya un viejo explicaba a todos los que querían escucharle, que los leones son gatos y no perros, por eso jadeando no muestran sus lenguas. Y las lenguas sí que tienen, pero escondidas detrás de los colmillos (es verdad). Otra leyenda dice, que los leones van a avivarse cuando su patria se encuentre en un peligro y serán ellos los que defenderán Hungría. Otra leyenda decía, que el túnel por debajo del Monte de Castillo fue construido sólo para posibilitar el esconder el puente de cadenas bajo techo en caso de lluvias intensas, para que sus elementos de acero no se cubrieran por el óxido. 

El Puente de las Cadenas, como otros puentes de Budapest, fue destruido durante la segunda guerra mundial. Su reconstrucción se acabó en 1949 (el aniversario de su levantamiento) y el puente conservó su aspecto histórico.

Espero que os haya gustado, otro día os hablaré de otras partes de la ciudad que me encantaron.


No hay comentarios:

Publicar un comentario